La tendencia gourmet de los últimos años impulsó un recorrido gastronómico imperdible en cada región del país, pero es en el norte donde son imperdibles los básicos para conocer la mixtura increíble entre los paisajes y la cultura de esta región argentina.

Sabido es que las empanadas de cada lugar son un clásico y en Tucumán además de tener una ruta de la empanada y el campeonato de la empanada, es una delicia probar este básico que lleva carne cortada a cuchillo, huevos, cebolla blanca, de verdeo, ají, pimentón y comino y que los expertos saben que las buenas  tienen 14 repulgues.

Los vinos son los que acompañan. El crecimiento de las bodegas en los valles Calchaquíes,  se han convertido en un producto turístico. Todo el norte exhibe sus caminos del vino y la diversificación de cepas permiten conocer blends exquisitos en cada rincón. Un clásico argentino es el Malbec pero comenzar por un torrontés es quizás la forma de ingresar al mundo de los aromas y sabores de esta región.

Cuando llega a tu plato morís de amor, es un paquetito del tamaño de la mano, hecho con la “chala” del maíz, es decirla cáscara del choclo la humita en chala o el tamal, son dos delicias norteñas imperdibles.

El sin fin de la oferta gastronómica norteña es en todo su abanico especial. En Jujuy, algunos de los restaurantes más famosos o en los hoteles boutique donde los chef se lucen en los restó, un plato que tenés que degustar es la milanesa de llama. La carne de este camélido es una de las más magras y es una preparación diferente al resto del país.

En Jujuy es un “tip” probar el “Api”, el maíz morado. Cuando ves el maíz seco, entero, es de color negro y cuando lo muelen la harina de esta variedad es de color lila. Se prepara con agua, clavo de olor y azúcar y se bebe frío o caliente. Dicen que el api, es el desayuno del Inka. Si estas en Tilcara, en la quebrada de Humahuaca en la plaza del pueblo podés probar un vasito de api, lo venden en los puestos del lugar y sino, en los hoteles boutique de la zona, lo sirven en el desayuno.