Es Rosarina y en 2003 viajo a Patagonia donde se radicó en Esquel, la villa de montaña en el oeste chubutense y desarrolló un emprendimiento que recicla el aceite utilizado por restaurantes y bares para elaborar jabones “Bio Agradables”, dice.
A Noelia Locícero la conocimos en la primer Fiesta de la Vendimia de Nant Y Fall, una finca ubicada en Trevelín, Pueblo del Molino en Galés, donde se elabora un vino exquisito de alta gama con cepa merlot.
En esa vendimia, el pueblo entero participó con exposición de emprendedores y productores y allí estaba Noelia con los jabones que además de reciclar el aceite de cocina, de evitar así contaminar ríos, arroyos y lagos, tiene un profundo objetivo social y económico social.
“Me gusta hablar de litros de agua “cuidados”, le dijo a INFOBACK.NEWS. y añadió “Me animo a decir que llevo 80 mil litros de agua cuidados y se trata de un impacto ambiental doblemente positivo. Por un lado, el reciclado de 80 litros de aceite vegetal usado evita el vertido inadecuado de aceites vegetales al ambiente, sea en la tierra o en el agua, cada litro de aceite contamina mil litros de agua”, precisó.
“Esta situación, la verter el aceite vegetal a la naturaleza causa la mortandad de vegetación y a especies acuáticas. Además, de generar la proliferación de insectos y de consumir la oxigenación de cuerpos de agua aptos para la vida y para el consumo”, explicó.
En cuanto al impacto ambiental, el producto sustentable que logra evita que en lo restaurante y en los bares re utilicen el aceite comestible varias veces, lo que es perjudicial para la salud. Además, a los restaurantes, bares y hoteles que le dan el aceite usado antes de re utilizarlo les da la posibilidad de comprar los jabones con descuentos.
Además, en cuando al impacto social, logra acuerdos con ONG, como en uno de los casos el taller de un Neuropsiquiátrico donde los asistentes elaboran fieltro (con lana cruda y agua jabonosa) y confeccionan envoltorios especiales que convierten a los jabones en exfoliantes.
Noelia creó en 2014 su emprendimiento “Naturelia. Jabones Bio Agradables” y junto a otros 22 emprendedores fue finalista de los Premios MAYMA.
Su filosofía la llevó también a profundizar en la sabiduría ancestral de la región de la patagonia andina donde investigó las hierbas naturales con las que los pueblos originarios trabajan y se integran a sus productos de jabonería.
Y unió a la industria cervecera y vitivinícola en sus variedades de jabones. Ella te cuenta cada detalles del proceso de reciclado del aceite y de los productos sustentables amigables que elabora.
Un detalle? Con páginas de libros de poesías de descarte que estaban por ser arrojados a la basura, hizo paquetes de papel que sostiene con ramitas que junta en el bosque.
Hoy vive en Buenos Aires tras pasar una temporada en el Alto Valle de Río Negro pero su labor continúa porque pudo unir su filosofía de vida, con el diseño y el futuro sustentable.