En detalle, establecieron que “las fuertes ráfagas de viento remueven el fondo de la laguna (donde se asientan los detritus1), sumado al bajo volumen hídrico que presenta el espejo de agua por efecto de la sequia, produce el hacinamiento de la fauna ictícola y floraciones de algas con concentración de materia orgánica, que posibilitan la aparición de eventos ecológicos extremos. Todos los acontecimientos detallados dejarían a la laguna en una posición muy frágil para afrontar estos fenómenos climáticos provocando la mortandades de peces observada”.
Estuvieron presentes durante el análisis. el Secretario de Desarrollo Económico, Eduardo Albarello; el Inspector de pesca Rodrigo Gastón González; y la responsable de la Estación Hidrobiológica, Viviana Lovato.